viernes, 2 de diciembre de 2011

Siempre nos tenemos a nosotros mismos.

Todos esperamos cosas de la gente, pero a la hora de la verdad casi todos nos fallan. Por eso tenemos que creer en nosotros mismos, pensar que podemos vivir bien sin esperar nada de nadie.
Y es por eso por lo que me levanto cada día diciendo "hoy va a ser un buen día". Y si hay alguna oveja en el camino, apartarla, no dejar que nada ni nadie pueda destrozar las ganas de querer ser feliz.
Hay que hacer lo que nos dice el corazón, si está triste: llora, desahógate. Si está feliz: salta, ríe, canta... ¡vive intensamente cada minuto! Pero ten en cuenta de que al final de todo la única persona que va a estar contigo eres tú.