Siempre nos tenemos a nosotros mismos.

Todos esperamos cosas de la gente, pero a la hora de la verdad casi todos nos fallan. Por eso tenemos que creer en nosotros mismos, pensar que podemos vivir bien sin esperar nada de nadie.
Y es por eso por lo que me levanto cada día diciendo "hoy va a ser un buen día". Y si hay alguna oveja en el camino, apartarla, no dejar que nada ni nadie pueda destrozar las ganas de querer ser feliz.
Hay que hacer lo que nos dice el corazón, si está triste: llora, desahógate. Si está feliz: salta, ríe, canta... ¡vive intensamente cada minuto! Pero ten en cuenta de que al final de todo la única persona que va a estar contigo eres tú.

Recordando momentos.

¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? Yo sí, espero que no la hayas olvidado. Recuerdo todo que he vivido contigo, y espero seguir a tu lado por siempre.  Porque aunque no lo creas, esos momentos significan mucho para mí; cada sonrisa, cada palabra.  La amistad es algo que aprendí a valorar gracias a ti, porque tú me enseñaste. Si pudiera escoger mi vida otra vez la viviría contigo.

¿De qué sirve rayarse con el pasado si tenemos el presente?

A veces me pongo a recordar cosas del pasado. ¿Volverán a pasarme algún día? No se sabe. Pero si vives recordando el pasado estás dejando de vivir el presente, y el futuro no será como tú esperas. Por eso hay que olvidar, aunque cueste. Hay que evitar estar día a día recordando el pasado para que podamos vivir el presente y construir un futuro.

El echar de menos algo por el cual ya no eres nada.

Quizá sea el tiempo, quizá sea otro amor. Entiende que el camino se separa entre tú y yo.